Carrera Ciclismo Paris-Roubaix

Carrera Paris-Roubaix, una de Las Cinco Monumentales

La Paris-Roubaix, también conocida como “La Reina de las Clásicas” o “La Clásica del Infierno” debido a su terreno difícil y pavé empedrado, se convierte en un desafío único para los ciclistas, no por nada es una de las carreras de ciclismo más emblemáticas y exigentes en el mundo. Ha sido parte del calendario de carreras ciclistas desde 1896, contando con la participación y victoria de algunos de los nombres más destacados en la historia del ciclismo. Esta popular carrera atrae a un gran número de espectadores de todas partes de Europa, que se distribuyen a lo largo del recorrido para disfrutar y animar a los corredores.

La carrera se realiza al norte de Francia, por tradición en abril, y con un recorrido alrededor de 250 kilómetros, gran parte del cual está compuesto por tramos pavimentados, conocidos como “sectores de adoquines”. Estos adoquines son muy distintivos por su irregularidad, creando condiciones muy difíciles para los corredores, adicionalmente el terreno accidentado, con el clima impredecible que en ocasiones incluye lluvia y barro, hace de esta carrera una real prueba de resistencia y habilidad técnica. De hecho, una de las características más distintivas de la carrera es el “Infierno del Norte“, un tramo de adoquines muy desafiante donde los corredores usualmente enfrentan situaciones como pinchazos, caídas y fatiga extrema.

La Paris-Roubaix es una de las carreras más prestigiosas y emocionantes del ciclismo profesional, su espectacular diseño hace que cada año los aficionados la esperen con anticipación para ver quién conquistará los adoquines y se alzará con la victoria.


Historia de la carrera

La Paris-Roubaix tiene una historia rica y fascinante que se remonta a finales del siglo XIX.

La primera edición de la carrera fue en 1896, creada por el entonces organizador de ciclismo Théodore Vienne y el periodista deportivo Georges Lefèvre, donde se alzó con la victoria el alemán Josef Fischer. Se cuenta que los organizadores se inspiraron para crear la carrera debido a la construcción de carreteras con adoquines, diseñadas para soportar el tráfico de carros y caballos en el norte de Francia, ofreciendo así un terreno único y desafiante para una competencia de ciclismo. La carrera mantuvo una constancia durante los años siguientes, hasta que se detuvo por la Primera Guerra Mundial, volviéndose a reanudar en 1919. Desde entonces, ha seguido con algunas interrupciones debido a conflictos bélicos y otros sucesos extraordinarios.

Con el paso de los años, la carrera se fue consolidando, tomando fama por la dificultad que daban sus tramos con adoquines, en especial, aquel conocido como el “Infierno del Norte” (Trouée d’Arenberg), tramo que se volvió el más emblemático de todo el recorrido, añadido desde 1963 y que desde entonces ha sido una parte muy llamativa y temida para los que se atreven a participar.

A lo largo de los años, la Paris-Roubaix se han alzado en victoria varios de los nombres más destacados en la historia del ciclismo, algunos de los que están incluidos son Eddy Merckx, Roger De Vlaeminck, Fausto Coppi, Bernard Hinault, Tom Boonen y Peter Sagan, entre otros.

Con el paso del tiempo, el ciclismo profesional ha evolucionado y junto a él también va el Paris-Roubaix, cambios que van desde su recorrido hasta la tecnología utilizada por los corredores, pero en esencia ha mantenido su identidad como una prueba extrema de resistencia y habilidad técnica. Sin duda, la Paris-Roubaix no solo es una carrera de ciclismo, también es una parte distintiva de la cultura ciclista y una celebración de la tradición a este deporte, el cual cada año, continúa atrayendo aficionados de todo el mundo que admiran su desafío único y su riqueza histórica.


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¿Por qué es tan famosa la Carrera Paris-Roubaix?

 

Los sectores de adoquines son uno de los aspectos más distintivos del Paris-Roubaix, estos son tramos de carretera que están pavimentados con adoquines de piedra ofreciendo un terreno exigente y único para los ciclistas.

Estos sectores, que en ocasiones están en mal estado y son irregulares, dan una característica especial a la carrera, por lo que terminan en ser decisivos para el resultado final. Para la primera mitad, aparece el tramo más famoso y temido de la Carrera Paris-Roubaix, el “Infierno del Norte” (Trouée d’Arenberg). Esta sección es un tramo bastante difícil de adoquines con un terreno accidentado y atmosfera intensa. Desde su inclusión en la competición en 1968, cuando Eddy Merckx conquistó la victoria, este sendero se ha ganado su estatus como el primero de los tres sectores de cinco estrellas. Aunque se encuentra a 100 km de la meta, suele desencadenar la primera gran selección entre los ciclistas.

Con solo 2,4 km de extensión, no es el tramo más largo, pero sus adoquines parecen esparcidos al azar, desafiando la habilidad y la resistencia de los competidores. Muchos se arriesgan al borde de las cunetas para esquivarlos, y las caídas son un espectáculo común. Se dice que en Arenberg no se gana la Roubaix, pero sí es donde más de uno la ve escaparse entre sus manos. Bajo el majestuoso viaducto, testigo de tiempos pasados cuando los trenes de carbón surcaban sus raíles, se traza el intrépido recorrido de esta legendaria ruta. 


Formato de competencia

¿En qué fecha se realiza la Carrera Paris-Roubaix?

La carrera suele ser en abril, aunque la fecha exacta puede cambiar un poco dependiendo el año. La carrera tiene un día de duración, no como las de etapa que se extienden durante semanas.

Ruta y Recorrido

Ruta carrera ciclismo Paris-Roubaix
Ruta carrera ciclismo Paris-Roubaix.

El recorrido de la Paris-Roubaix es de unos 250 kilómetros aproximadamente, comenzando en las afueras de París y terminando en el municipio de Roubaix, en la región de Alta Francia, cerca de la frontera con Bélgica. Acá te mostramos algunas de las áreas específicas por las que pasa incluyen:

  1. La región de Hauts-de-France, que incluye las ciudades de Compiegne, Saint-Quentin y Cambrai.
  2. Partes de la región de Normandía, como la ciudad de Abbeville.
  3. La región de Picardía, donde se encuentran muchos de los tramos pavimentados característicos de la carrera.
  4. La región de Nord-Pas-de-Calais, que incluye la ciudad de Roubaix, donde termina la carrera.

A lo largo del recorrido, los ciclistas atraviesan una variedad de terrenos, donde encontramos tramos pavimentados con adoquines, carreteras rurales y algunas colinas.

Equipos

¿Cuántos equipos compiten en la Paris-Roubaix? En la Paris-Roubaix suelen competir aproximadamente 25 equipos profesionales de ciclismo de todo el mundo, cada uno compitiendo con un equipo de corredores, algunos de ellos son de los más reconocidos en este deporte y otros son especialistas en clásicas que buscan llevarse la victoria en los adoquines.

Los equipos suelen desarrollar estrategias específicas para afrontar los sectores de adoquines y maximizar las posibilidades de éxito, lo que suele implicar en proteger a los líderes del equipo, mantenerlos fuera del peligro y estar bien posicionados en los momentos clave de la carrera.


¿Cuánto dinero gana el ganador de la Carrera Paris-Roubaix?

Aunque la cantidad varía dependiendo del año y de los patrocinadores, los premios que oscilan entre los 30.000 y los 50.000 euros, aproximadamente. Además del premio en metálico, el ganador también obtiene el codiciado trofeo de la carrera y un lugar destacado en la historia del ciclismo.

No solo eso, en ocasiones, el ganador también recibe otros premios en forma de patrocinios, reconocimientos y prestigio dentro del mundo del ciclismo profesional.


Los Voluntarios Les Amis de Paris-Roubaix ¿Por qué son importantes?

Les Amis de Paris-Roubaix, una asociación dedicada a la preservación de los adoquines, se erige como guardianes de un legado histórico. La labor de mantenimiento es crucial, ya que gran parte de estos empedrados atraviesan zonas agrícolas sometidas a las inclemencias del tiempo y el constante tránsito de maquinaria pesada. Aunque el pavés del Infierno del Norte ostenta el título de Patrimonio Cultural en la región de Hauts-de-France, lamentablemente el robo de adoquines es una realidad persistente a lo largo del año.

Con la llegada de la primavera, Les Amis de Paris-Roubaix, con el apoyo de escuelas de formación profesional, emprenden la titánica tarea de reponer estos adoquines, cuyo peso alcanza los 5 kg cada uno. Es un esfuerzo monumental destinado para preservar la historia y la tradición de una de las carreras más emblemáticas del ciclismo mundial.


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Curiosidades del Paris-Roubaix

Con su terreno desafiante y su larga historia, se han registrado cantidades de momentos interesantes e inusuales, aquí veremos algunos de ellos.

  • El Infierno del Norte es el apodo de tiene la Paris-Roubaix, este se originó cuando en la década de 1960 un periodista francés llamado Jean Stablinski, describió la carrera como “Un enfermo del Norte”, jugando con las palabras “Enfer du Nord”. Con el tiempo esta frase se transformó en “Infierno del Norte”, y ahora es un término común para referirse a la carrera.
  • En 1897, durante la segunda edición del Paris-Roubaix, los corredores compitieron en bicicletas de rueda fija, es decir, bicicletas que no tenían cambios de velocidad, lo que hizo de esta carrera una de las más desafiantes de su historia.
  • El ciclista Georges Ronsse ganó el Paris-Roubaix de 1927 de manera excepcional, después de que su compañero de fuga Julien Delbecque tuviera problemas mecánicos; al ver esto, Ronsse decidió seguir solo, terminando la carrera con más de 15 minutos de ventaja sobre el segundo lugar, una hazaña impresionante y poco vista en el ciclismo de carretera.
  • En 1984, el ciclista irlandés Sean Kelly protagonizó una actuación legendaria en el Paris-Roubaix. Después de sufrir varios pinchazos y problemas mecánicos, Kelly logró recuperarse y finalmente ganar la carrera en un emocionante sprint. Este hecho se convirtió en uno de los momentos más memorables de la historia reciente del Paris-Roubaix como prueba de la determinación y de la capacidad para seguir adelante de aquellos que buscan la victoria.
  • En 1964 se dio la edición más rápida del Paris-Roubaix, cuando el ciclista francés Peter Post ganó la carrera con una velocidad promedio de 45.129 km/h. Esta hazaña sigue siendo un hito en la historia de la carrera y muestra lo veloz que pueden ser los ciclistas en condiciones óptimas.